Estamos acostumbrados a ver los huevos de pascua en Semana Santa, pero quizá no sepas de dónde viene esta tradición. Desde nuestra granja ecológica de gallinas queremos compartir contigo esta historia que es mucho más antigua de lo que podamos pensar. De hecho, sus orígenes se remontan al siglo IV. Por entonces, el catolicismo no aconsejaba el consumo de huevos durante la cuaresma. Sin embargo, las gallinas seguían poniendo sus huevos cada día y tirarlos sería pecado, así que las familias acumulaban huevos en abundancia. El primer domingo de resurrección era una fecha señalada en la que acababa dicha prohibición y se preparan comidas a base de huevo y se hacían ofrendas con este alimento entre amigos y familiares.

El bienestar animal de las gallinas y su alimentación son dos cuestiones fundamentales en la calidad de los huevos que ponen. En los últimos años, se ha generado cierto revuelo sobre la necesidad de mantener unas condiciones mínimas de salubridad para las gallinas ponedoras de una explotación industrial. En este sentido, se han establecido ciertos límites sobre el espacio mínimo del que debe gozar cada animal y sobre cómo afecta la alimentación de los ejemplares en la calidad final del huevo. En nuestra granja, donde puedes comprar huevos al por mayor, apostamos por que nuestras gallinas vivan lo más felices posible. Por este motivo, cuidamos su alimentación y hasta les ponemos música.

Aparentemente, todos los huevos son iguales ¿verdad? Pueden ser de diferentes tamaños o tener la cascara más o menos clara. Pero son huevos al fin y al cabo ¿no? A simple vista puede parecerlo, pero lo cierto es que el estilo de vida de la gallina que lo pone puede afectar a la calidad final del mismo. Es importante saber distinguir entre las diferentes variedades de huevos que podemos encontrar en el mercado. Normalmente, donde más dudas surgen es entre los huevos camperos y los ecológicos. La diferenciación entre ellos la marca algo más que el precio final.

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