A principios del mes pasado saltaban todas las alarmas, la Autoridad Holandesa de Seguridad Alimentaria (NWMA) anunció que había descubierto numerosas partidas de huevos contaminados con un insecticida denominado fipronil. La función de este químico no es otra que acabar con las pulgas, ácaros y garrapatas en animales. Las causas de la contaminación se desconocen, pero se han visto afectados varios países. Concretamente en España, una empresa de Vizcaya detectó una partida de 20.000 huevos líquidos contaminados. En nuestro punto de venta de huevos queremos hacernos eco de esta noticia, que ratifica la necesidad de una explotación ecológica libre de químicos y sustancias que pueden resultar nocivas para la salubridad humana.