Seguro que te has dado cuenta, una yema puede ser amarilla tirando a blanquecina o ser del naranja más intenso. El caso es que no hay dos huevos iguales, de unos a otros podemos encontrar diferencias notables. En nuestro punto de venta de huevos sabemos que, son muchas las ocasiones en las que podemos encontrar pequeñas manchas marrones o rojas en este alimento. Son muchos los clientes que, a menudo, nos consultan sus inquietudes y esta es una de las más frecuentes.