Como todos los animales, las gallinas emiten sonidos para comunicarse. En este caso, los sonidos que emiten los conocemos como cacareos. Estudios científicos han conseguido distinguir hasta 33 cacareos diferentes y cada uno de ellos quiere lanzar un mensaje distinto. Si nos fijamos bien, podemos notar los matices. A la hora de comprar huevos camperos, sabemos que las gallinas felices ponen huevos de mayor calidad. El bienestar de estos animales resulta fundamental, así que vamos a profundizar un poco más en el comportamiento que suelen presentar estas aves.
Lo primero que tenemos que saber es que las gallinas emiten un cacareo específico cuando están contentas y este sonido es uno de los más característicos. Para nosotros, en nuestra granja, este sonido es música para los oídos. Otro sonido muy importante es el que utilizan para alertar de la presencia de un depredador. Es un gran riesgo. En nuestro país existen varios animales capaces de acabar con la vida de nuestros gallineros. Cuando una gallina emite un grito sonoro y este es respondido con un gran silencio, el peligro está cerca.
Como curiosidad podemos decir que el grito cambiará en función de que el depredador venga por aire, por ejemplo un halcón, o por tierra. Los zorros y las serpientes pueden poner en peligro la vida de nuestras gallinas y la prosperidad de la granja.
El sonido que todos conocemos es el cacareo que nos informa de que podemos recoger un nuevo huevo en el gallinero. Lo que quizá no sepas es que si te fijas y esperas el resto del grupo también emitirá pequeños ruidos, como si estuvieron felicitando a la ponedora que ha avisado de forma enérgica de su hazaña.
Además, antes de poner el huevo, las gallinas pueden emitir un cacareo más liviano que el que emiten después de la puesta. En este caso se trata de un aviso: está a punto de poner un huevo. Lo que nunca debemos hacer es molestar a una gallina que está incubando huevos en el nido. Como toda madre, desarrollan un sentimiento de protección con sus polluelos. De hecho, si alguien se acerca en esos momentos la gallina emitirá un gruñido y, si el intruso no cesa en su empeño, es posible que se lleve un picotazo.
Cuando los polluelos nacen y la madre encuentra un manjar emite un sonido característico al que todos los polluelos responden acudiendo a ver dónde está el premio. En Granjas Redondo sabemos que las gallinas tienen sentimientos, por lo que nos encantan las investigaciones que hablan sobre cómo se comunican estas aves.