Gracias a nuestra granja con gallinas camperas, sabemos que los huevos proporcionan excelentes beneficios para la salud. Tal es así que incluso a nivel mundial se ha querido reconocer su papel, conmemorando el Día Internacional del huevo.

Ciertamente, el Día Internacional del Huevo se celebra oficialmente desde 1964 con la intención de crear conciencia sobre los beneficios de este alimento y su importancia en la nutrición humana. En sus orígenes, el evento pretendía reconocer a los productores de huevos y promover el consumo como una parte fundamental de una dieta equilibrada.

Consumido en todo el mundo por sus beneficios

Los huevos son uno de los productos animales más consumidos en el mundo. Como ingrediente es increíblemente versátil y es utilizado tanto para platos dulces como salados.

Teniendo en cuenta que no hay lugar en el mundo en el que no se haga un uso extensivo del huevo en su cocina tradicional, son muchos los países que participan en el Día Internacional del Huevo, mediante la organización de actividades y eventos de todo tipo.

Los huevos no solo tienen un sabor exquisito, sino que también son buenos para tu organismo. Son una fuente de proteínas bajas en calorías y de alta calidad. Además, también contienen vitaminas B y D y una buena proporción de minerales que son importantes para la salud. Por si fuera poco, se trata de un alimento relativamente económico.

Debido a la importancia de los huevos en la vida de los humanos, el Día Mundial del Huevo se celebra cada año el segundo viernes de octubre. Este año 2019 se festeja el 11 de octubre y la Comisión Internacional del Huevo organiza distintos eventos para promover el consumo y recordar los beneficios nutritivos de este alimento.

Quizás la mejor manera de celebrar el día sea preparar deliciosos platos que incluyan huevos. Incluso si no eres fanático de este alimento, puede ser una gran oportunidad para comenzar a incluirlo en tu dieta diaria.

Antes de finalizar, te recordamos que el Día Internacional del huevo es un momento para recordar que este alimento contiene muchos de los ingredientes clave para la vida. Y en Granjas Redondo contamos con las mejores instalaciones para la cría de nuestras gallinas, y esto se ve reflejado en la calidad de nuestro producto.

Actualmente, uno de los productos ecológicos que encontramos en los supermercados con más facilidad son los huevos. Cada vez son más las granjas de gallinas ecológicas que distribuyen sus huevos, que ya están al alcance de todos. Sin embargo, todavía hay mucha gente que no tiene del todo claro cómo diferenciar los huevos ecológicos de los convencionales.

El código

Uno de los principales factores a la hora de saber si un huevo es ecológico, es el código de números y letras que puedes encontrar tanto en el envase, como en la cáscara del huevo.

Hay cuatro tipos de huevos, que se clasifican en base a su sistema de cría, y el primer dígito de este código indica a cuál de ellos pertenece el huevo en cuestión. De esta forma, si el primer dígito es el 0, estaríamos ante un huevo ecológico; si se trata de un 1, el huevo sería campero; en caso de ser un 2, estaríamos hablando de gallinas criadas en suelo; y un 3 haría referencia a los huevos convencionales que provienen de gallinas criadas en jaulas.

Huevos camperos vs. ecológicos

Tanto los huevos ecológicos como los camperos tienen su origen en gallinas que se crían en corrales al aire libre. Sin embargo, las primeras consumen un pienso ecológico y tienen que cumplir una normativa específica, en la que se prohíbe el uso de cualquier sustancia química o de origen artificial. Además, las gallinas deben estar libres y en campos en los que no se hayan usado ningún tipo de abonos químicos o plaguicidas.

El sabor

Otra de las diferencias clave es el sabor. Un huevo ecológico tendrá un sabor más intenso y auténtico que un huevo convencional. Esto se debe a la gran diferencia en la cría de las gallinas.

Un error habitual, como bien sabemos en Granjas Redondo, es pensar que el color de la yema o la cáscara son también factores diferenciadores. El color de la yema está influenciado por los pigmentos que se añaden a los piensos. Por lo tanto, un huevo ecológico no tiene por qué ser más naranja que uno convencional, por ejemplo. Además, el tamaño y el peso, o el color de la cáscara, tampoco son elementos determinantes en la diferenciación. En el caso de la cáscara, por ejemplo, el color depende de la raza de la gallina.

Cuando vamos a comprar huevos nos encontramos que, desde enero de 2004 todos ellos vienen marcados con un código alfanumérico y, desde enero del siguiente años también con una fecha en la cáscara, esto es porque la Unión Europea establece una nueva normativa de comercialización de los huevos frescos destinados al consumo humano, es decir, de clase A, con el fin de facilitar el acceso a información relevante de los mismos a los consumidores. La tinta con la que se marca cada huevo debe ser de color rojo y alimentaria.

Es reseñable cómo un objeto pequeño como el huevo puede llegar a encerrar tantas sorpresas. Si bien sus principales beneficios nutricionales son ampliamente conocidos, existen otros que aún no tiene presentes buena parte del gran público y que resultan igualmente interesantes a la hora de comprar huevos, sobre todo por lo que tienen de particular. Es el caso de la concentración de carotenos que posee el huevo, concretamente de dos: la luteína y la zeaxantina. ¿Conoces su relación con la salud ocular humana?

Es bien sabido que uno de los principales beneficios nutricionales a la hora de comprar huevos es su elevado contenido en proteínas. Lo que quizás hayas oído también es que las proteínas del huevo, además, se distinguen por su alta calidad. Es un concepto que cada vez se oye más en el ámbito de la nutrición y la dietética, que a su vez continúa ganando relevancia en la sociedad. ¿Pero qué significa exactamente y qué implicaciones tiene para tu alimentación?

Este 12 de octubre se celebró el Día Mundial del Huevo. No es que coincida con nuestro festivo nacional, sino que se realiza cada año en el segundo viernes de octubre. Una jornada tan buena como cualquier otra para comprar huevos ecológicos y recrearse en todas las posibilidades que ofrece su sabor… pero también para conocer un poco más de la importancia de este alimento en la dieta y la cultura de las sociedades de todo el mundo, así como de lo que aportamos desde granjas como la nuestra a la hora de mejorar las condiciones de su producción y, con ello, las propiedades del huevo que llega al consumidor.