Son una excelente fuente de vitaminas y minerales, pero debemos tener en cuenta el cuidado de los huevos en verano, pues también son alimentos delicados.
No importa si se trata de huevos ecológicos o no, independientemente de su origen y variedad, las altas temperaturas no son recomendables a la hora de conservarlos.
¿Qué debo tener en cuenta para el cuidado de los huevos en verano?
Es probable que te estés preguntando por qué cuando compramos huevos están a temperatura ambiente, pero en casa los refrigeramos.
Pues bien: la legislación aconseja no refrigerar los huevos antes de venderlos para evitar los cambios bruscos de temperatura. Estos deterioran el alimento y pueden favorecer la contaminación microbiológica.
Si la temperatura pasa de baja a alta, puede haber condensación de agua en la superficie, la cual estimula el crecimiento de microorganismos que penetran por la cáscara hasta el alimento.
Esta es una de las razones por las que debemos refrigerar los huevos y tener especial cuidado en verano. Además, dentro del frigorífico, la zona idónea para guardarlos es la puerta.
Conservación ante olas de calor
Cada año sufrimos alguna de estas situaciones en las que las temperaturas se disparan.
¿Sabías que existe un Instituto de Estudios del Huevo? Pues en él han desarrollado unas pautas de cuidado frente a estas olas de calor:
- Comprobar que la cáscara está limpia cuando vamos a comprar
- Conservarlos siempre dentro de la nevera (y preferiblemente en la puerta)
- No lavarlos antes de guardarlos (por la formación de microorganismos)
- No separar la yema de la clara con la propia cáscara
- Si en el plato que lleva huevo, este está algo crudo (como la tortilla), mételo siempre en el frigorífico
- Si haces mayonesa casera, consumela en el momento y añade vinagre o zumo de limón para conservarla en la nevera
- Cualquier plato hecho con huevo debe consumirse en las siguientes 24 horas
- Extrema la higiene cuando manipules los huevos
Evitar las intoxicaciones alimentarias
En los días de calor, hay que tener cuidado para evitar las intoxicaciones.
No debemos temer ningún alimento, sino simplemente adoptar precauciones sencillas como lavarse bien las manos antes de manipularlos o conservarlos a la temperatura adecuada.
Las intoxicaciones se producen cuando hay microorganismos que crecen gracias al calor. La salmonela, por ejemplo, puede multiplicarse en cualquier alimento fresco que esté expuesto a temperaturas superiores a 20º.
Estas bacterias encuentran el lugar ideal en los alimentos más nutritivos como las carnes y los pescados, sobre todo si se lo ponemos en bandeja. Por ello, en verano, la nevera es nuestra mejor aliada.
Existen muchas recetas ricas, sanas, frescas y con huevo que apetecen un montón en la época estival. Disfrutar estos platos es posible simplemente teniendo en cuenta el cuidado de los huevos en verano.