¿Hay algo peor que un huevo de calidad pasado? Realmente, no. O directamente que nos engañen con su estado. Como grandes especialistas en este campo, vamos a ofrecerte una serie de trucos para saber si un huevo es fresco que te permitan evitar problemas o engaños. ¡Esperamos que os sea de gran utilidad el siguiente post que hemos preparado!
En Granjas Redondo somos una granja avícola ecológica de gran calidad y experiencia. Por ello, podemos contarte que la mayoría de huevos que compramos para el consumo tienen fecha de caducidad bien reflejada. Esto no quiere decir que no podamos encontrarnos con alguno que no es fresco o tratar de averiguarlo por nuestra propia cuenta.
Si por algún casual no confías en el estado de uno de ellos, a tu disposición tienes varios trucos para saber si un huevo es fresco. Pequeñas pruebas que, aunque te cueste creerlo, son realmente efectivas y que nos darán un resultado fuera de toda duda.
Uno de estos trucos para saber si un huevo es fresco es introducirlo en un vaso con agua. Seguro que te suena, ya que es un experimento muy popular. Básicamente, si el huevo se hunde hasta el fondo es que fresco. En cambio, si flotase sería un indicador de que tiene demasiado tiempo y que es mejor no consumirlo.
Pero, ¿por qué ocurre esto? La principal razón es que en el interior existe una especie de cámara de aire que va aumentando a medida que pasa el tiempo. Si no es excesivamente grande, el huevo se hunde. En caso contrario, flotará.
Otro de los trucos para saber si un huevo es fresco es comprobar si cuenta con dos chalazas a ambos lados de la yema. ¿No sabes qué son las chalazas? Nos referimos a esos hilitos blancos que suelen encontrarse a los lados y que sirven para anclar la yema en el centro del huevo. Que estos hilitos sean visibles son un ejemplo claro de que el huevo es de buena calidad y también es fresco.
En caso contrario, si no pudiéramos observar las chalazas, será señal de que han desaparecido a causa de que el huevo tiene mucho tiempo. Así de sencillo.