Blog ¿Puedo comer huevos durante el embarazo?

Ya hemos hablado mucho sobre las ideas erróneas que existen en torno al huevo. Como, por ejemplo, que la ingesta de este alimento puede resultar perjudicial para mantener los niveles adecuados de colesterol. En nuestra granja de huevos camperos queremos hablar de otro mito recurrente sobre el consumo de este alimento durante la gestación. Es cierto que las mujeres embarazadas deben extremar las precauciones y cuidar con mimo su alimentación. Sin embargo, este alimento no es uno de los que se encuentra en su lista de prohibidos, más bien todo lo contrario.

La creencia de que comer huevos es perjudicial para las embarazadas es completamente falsa. En contrapartida, este superalimento es un gran aliado de la fertilidad. Las futuras mamás tienen que cuidarse, por ello es un buen momento para apostar por huevos ecológicos. Este ingrediente aportará proteínas de calidad que ayudan a las mujeres a preservar la salud de sus óvulos. La grasa que contienen contribuye a la producción de estrógeno y progesterona, hormonas esenciales para la concepción.

Los nutrientes que aportan los huevos son beneficiosos para la nueva vida que se está gestando en el vientre de la madre. Además, este alimento contiene altos niveles de selenio y azufre, que favorecen la eliminación de metales tóxicos como el mercurio o el plomo. El ácido fólico es otro nutriente vital para las embarazadas, ya que previenen la espina bífida u otros problemas o malformaciones en el feto. Así que comer huevo es una gran alternativa para cuidarse durante el embarazo.

Algunos alimentos pueden poner en riesgo la formación del feto y la salud de la madre, pero el huevo no es uno de ellos. El aporte nutricional de este alimento lo hace adecuado para todas las personas, de cualquier edad y en cualquier situación. Aparte de los beneficios anteriormente citados, los huevos cuentan con un alto contenido en hierro, muy importante para la fabricación de los glóbulos rojos y la oxigenación del cerebro. Desde Granjas Redondo queremos destacar que, finalmente, la presencia en el huevo de vitaminas A y D ayudan al desarrollo óseo del bebé.