Sí, has leído bien. No nos hemos vuelto locos. Si acudes a un punto de venta de huevos ecológicos para adquirir este tipo de alimentos, estarás aportando tu granito de arena para que este mundo sea mejor. Más sostenible. Seguramente, te preguntarás cómo es posible. Pues bien, tiene una explicación razonable, el proceso de producción del pienso ecológico vierte menos emisiones nocivas a la atmósfera.
Ya hemos comentado en muchas ocasiones todas las ventajas de los huevos ecológicos, pero estas parecen no tener fin. Saben mejor y nos ayudan a elaborar platos mucho más sabrosos y jugosos. Cuentan con más aportes nutritivos y son más saludables para nuestro organismo. Por si fuera poco, las granjas con gallinas ecológicas son más sostenibles y menos contaminantes. Ayudando, así, a minimizar el calentamiento global.
Afortunadamente, vivimos en una sociedad cada vez más concienciada sobre la necesidad de proteger el planeta. A estas alturas, sabemos bien que el calentamiento global compromete el futuro de nuestro planeta. Para paliar los efectos de los gases de efecto invernadero es necesario cambiar los modelos de producción. Las técnicas naturales y los recursos menos contaminantes pueden reducir, notablemente, la contaminación.
Los piensos que ingieren las gallinas ecológicas son mucho más naturales, además, estas gallinas no son tratadas con antibióticos u otros químicos que puedan influir en la composición de los huevos. Finalmente, estas gallinas viven felices, al aire libre, en recintos espaciosos sin masificar. La producción agroecológica contamina mucho menos, pero no porque lo digamos nosotros, sino porque ha quedado sobradamente demostrado.
Resulta evidente que las prácticas ecológicas son más sostenibles que las que se utilizan en la producción industrial. No sólo se reducen las emisiones nocivas, sino que también ayudan a aumentar la capacidad de absorción de carbono en el suelo. Se supone que la agricultura es la responsable de un 14% de las emisiones totales de gases nocivos. Sin embargo, si tenemos en cuenta la energía que se emplea en el desarrollo de esta actividad la cifra puede llegar a alcanzar el 30%.
Todo ello sin contar la energía necesaria para el envasado y la distribución de los huevos. En Granjas Redondo, queremos destacar que el pienso que consumen las gallinas ecológicas ayuda a reducir estos porcentajes.